ALLENTOWN, PA.- Aunque el crecimiento de la comunidad hispana en esta zona de Pensilvania llegó con mucho trabajo y rechazo por parte de otras comunidades, la historia del país demuestra que ese rechazo no tiene fundamento.

Expertos aseguran que la hispanidad es tan estadounidense como los mismos padres peregrinos británicos que han pasado a la historia como los fundadores de Estados Unidos.

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Es claro que la herencia hispana se vive y se siente todos los días en nuestro país, pero detrás de esos sentimientos, hay una conexión histórica que ha sido relegada. Por consiguiente, ha creado una comunidad que lucha por mantener una identidad, que para otras personas, sigue siendo foranea. La historia dice otra cosa.

“El español fue históricamente la primera lengua europea hablada en este continente y Estados Unidos en teoría no tiene una lengua oficial”, cuenta Rosario Torres, profesora de español de la universidad de Penn State, en el campus de Berks, señala que varias generaciones de hispanos en Estados Unidos han sido blanco de ataques discriminatorios por mantener la lengua viva. 

“Un 18% de la población de este país es de herencia latina o hispana”, destaca Torres.

Un porcentaje que no necesariamente está conectado con las últimas olas migratorias de latinoamerica. Su existencia está arraigada a este territorio desde su inicio.

“Los primeros europeos en llegar a Estados Unidos procedían de España y el asentamiento continúo más longevo en este continente está en Florida…es San Agustín, que era una colonia española", indica la profesora. "Muchas ciudades del sur y el suroeste de Estados Unidos tienen nombres en español porque en principio eran asentamientos de personas que venían del mundo de habla hispana como San Francisco, Colorado, Florida”.

Aunque en países latinoamericanos la historia resalta lo bueno y lo malo de la colonización española como parte de la identidad cultural, en Estados Unidos el discurso educativo regularmente no incluye equitativamente esta parte de la historia. 

Por eso aquí junto con la profesora Torres lo repasamos. Comenzando con la llegada de Cristóbal Colón al Caribe en 1492, en ese momento el Imperio español se expandió por las islas del Caribe, la mitad de América del Sur, la mayor parte de América Central y gran parte de América del Norte. Se estima que durante el período colonial, entre 1492 y 1832, un total de 1,86 millones de españoles se establecieron en las Américas y otros 3,5 millones emigraron durante la era poscolonial entre 1850 y 1950.

Esos nombres en español de ciudades, pueblos, condados, barrios no son accidentales.

“Merecería la pena replantearnos en este país esa actitud un tanto hostil a no dar la bienvenida al español también porque es la lengua europea más antigua en este continente”, apunta Torres.

Y la segunda más hablada en Estados Unidos, con más de 41 millones de personas mayores de cinco años que hablan español en casa. Pero, ¿qué pasó? ¿por qué no se alimenta esta conexión histórica con la hispanidad?

“Quizás un poco la respuesta a esa pregunta, que es fascinante, es que España suponía competencia en cuanto al poder mundial que siguió, que fue el del Reino Unido, entonces quizás para los descendientes del Reino Unido era como una cuestión de competencia o de supervivencia", explica Torres. "Un poco olvidar la herencia que el poder mundial le había supuesto con anterioridad, quizás borraron de manera consciente o un poco inconsciente el legado histórico de la competición anterior”.